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Serie : Firwick Chronicles Volumen : I Autor: Juliet Dark


Serie : Firwick Chronicles 
Volumen : I
Autor: Juliet Dark
EL AMANTE DEMONIO
El visitante oscuro Dahlia LaMotte, manuscrito inédito «Será mejor que cierre la puerta con llave, señorita.» Mientras me preparaba para meterme en la cama, recordé las palabras del ama de llaves. Me pareció una advertencia extraña en una casa tan aislada como la Guarida del León, donde nuestros únicos vecinos eran el mar y el brezal. ¿Habrían tenido problemas con algún sirviente? ¿Quizá con aquel impertinente mozo de cuadras de mirada lasciva? ¿O acaso la señora Eaves estaba pensando en el señor? El arrogante y distante William Dougall que me había mirado desde su caballo con aires de superioridad; una mirada fría que, paradójicamente, encendió un fuego en mi interior que me recorrió de los pies a la cabeza. No, seguro que no. El gran William Dougall no se dignaría a reparar en una humilde institutriz como yo. De todos modos, cerré la puerta con llave, aunque dejé abiertas las ventanas pues era una noche calurosa y la brisa del océano traía una deliciosa sensación de frescor. Me deslicé entre las sábanas, limpias y almidonadas con fragancia de lavanda, y apagué la vela... De inmediato percibí algo extraño: una franja de luz que se colaba por debajo de la puerta. ¿Habría dejado la señora Eaves una vela encendida en el vestíbulo para mí? De ser así, debía decirle que no era necesario. Aparté las sábanas y saqué las piernas de la cama para averiguar de dónde procedía, pero me quedé helada antes de que mis pies alcanzaran el suelo: una sombra había dividido en dos el rayo de luz que se colaba por debajo de la puerta, como si hubiera alguien de pie. Me quedé mirando en busca de otra explicación, y entonces el pomo dorado empezó a girar en silencio. Abrí la boca para gritar, pero no logré emitir sonido alguno. El miedo me había paralizado y no podía mover las piernas, incapaz de escapar de quienquiera que estuviera al otro lado de la puerta. Solo fui capaz de observar el pomo mientras giraba... hasta que dejó de hacerlo.
Donado por Laurita Laura Laura 
Perteneciente a el Grupo Libros y mas...

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