THE OTHER MAN - R.K. LILLEY
—¿Cuán duro puedes tomarlo?
LOURDES
Fue descarado como el infierno desde el momento en que puse los ojos en él. Era agresivo y dominante, con los brazos del tamaño de camiones Mack, y una voz de alborotador de bar.
Era demasiado guapo para su propio bien, con una mandíbula dura, y los ojos más duros.
Siempre llevé una vida bastante tranquila, pero podía decir a simple vista que este hombre era peligroso. Por muchas razones.
La más importante era el aura de sexo bruto, sucio, y duro que irradiaba.
Pensaba que sabía cómo manejar todo tipos de hombres, pero éste me dejó desconcertada.
Decir que no era mi tipo era ponerlo a la ligera.
Pero no podía decirle eso a mí libido.
Ni siquiera cuando me enteré de la verdad.
Mi amante me había mentido desde el principio.
Nada acerca de nuestra reunión fue una coincidencia.
LOURDES
Fue descarado como el infierno desde el momento en que puse los ojos en él. Era agresivo y dominante, con los brazos del tamaño de camiones Mack, y una voz de alborotador de bar.
Era demasiado guapo para su propio bien, con una mandíbula dura, y los ojos más duros.
Siempre llevé una vida bastante tranquila, pero podía decir a simple vista que este hombre era peligroso. Por muchas razones.
La más importante era el aura de sexo bruto, sucio, y duro que irradiaba.
Pensaba que sabía cómo manejar todo tipos de hombres, pero éste me dejó desconcertada.
Decir que no era mi tipo era ponerlo a la ligera.
Pero no podía decirle eso a mí libido.
Ni siquiera cuando me enteré de la verdad.
Mi amante me había mentido desde el principio.
Nada acerca de nuestra reunión fue una coincidencia.
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